Desierto

El año quince del reinado del emperador Tiberio... bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Lucas 3, 1-2.
Evangelio de hoy 6-12-2015.
El párroco de la parroquia El Salvador en Palencia (España) en la homilía dijo que Dios no empieza sus obras con el emperador ni con los pontífices, sino en el desierto.
Otro, dijo:
El año quince (2015).
Vino un hombre de parte de Dios, que se llamaba Juan. Venía para dar testimonio, para declarar en favor de la luz. Juan 1, 6-7.
Juan contestó: Yo soy la voz que grita en el desierto: enderezad el camino del Señor, como lo anunció el profeta Isaías. Juan 1, 23
camino de unidad del Señor 
Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían la luz del abismo Genesis 1 1-2
Al principio era el Verbo y el Verbo estaba en Dios y el Verbo era Dios. El estaba al principio en Dios. Todas las cosas fueron hechas por El. Juan 1, 1-3
Todo fue hecho por medio de él y para él. El existe antes que todas las cosas y todo se mantiene en él. Y él es también la cabeza del cuerpo, es decir, la Iglesia. El es el principio. Colosenses 1, 16-18
El desierto, el principio, la cabeza, el testimonio, el verbo, Y Juan sigue diciendo: y sin él no existe nada de lo hecho (v.3).
Historia
   Al principio estaba en oración en un lugar retirado del pueblo. Tuve una sensación de presencia de una blancura que me acompañaba, estaban a ambos lados de mi, como ángeles, eran los ángeles. Yo debía predicar la venida del Reino de Dios se acerca, pero a los ángeles me parecía que sabían mejor que yo la gloria del Señor, la multitud del pueblo no estaba allí, sino dispersa en sus quehaceres. En ese momento, vino una suave corriente de aire, muy agradable, que me hizo imaginar la presencia del Padre, invisible para los ojos pero visible para el invisible espíritu, rodeado de la gloria de los ángeles.
Ese día no entendí que era esta imaginación, visión, sensación o percepción.
Sin embargo, me dirigí al cementerio y dije a los muertos: el Reino de Dios se acerca.
   Hoy, en la víspera de la apertura de la puerta a la misericordia, se que la unidad está a las puertas.
Profecía
   Ven al desierto y misiona conmigo. Luego, el Señor nos dice: 
A ellas también las llamaré, oirán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor. Juan 10, 16.
   Encontramos muchas páginas, demasiadas en internet, libros, doctrinas, oraciones, ciencia, teología.
   Es necesario ir al desierto para encontrar a la mujer que va a dar a luz al varón.
   Y la mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar las naciones con vara de hierro. Pero el niño fue arrebatado y llevado ante Dios y ante su trono, mientras la mujer huía al desierto Apocalipsis 12, 5-7
   La unidad viene del desierto, como toda obra de Dios.
   El nace en un pesebre. Fuera de las posadas de Belén.
   ¿Qué fuisteis a contemplar en el desierto? Lucas 7, 24.

  Ángelus: Derribar obstáculos y barreras que impidan nuestra conversión



Ciudad del Vaticano 6 de diciembre 2015 (VIS).- ''¿Por qué nos tendríamos que convertir? La conversión es para el que de ateo se vuelve creyente, de pecador se hace justo, pero nosotros no la necesitamos, nosotros ya somos cristianos. Así que estamos bien. Y esto no es verdad. Pensando de este modo, nos damos cuenta de que es precisamente por esta presunción - que somos cristianos y somos justos - que nos debemos convertir: de la suposición de que, en fin de cuentas, va bien así y no necesitamos conversión alguna''. Son las palabras que el Papa Francisco dirigió a los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro desde la ventana de su estudio, en el Palacio Apostólico Vaticano, antes del rezo del Ángelus.

''La voz del Bautista -continuó- grita aún en los desiertos de hoy de la humanidad, que son las mentes cerradas y los corazones duros, y nos provoca para que nos preguntemos si efectivamente estamos recorriendo el camino justo, viviendo una vida según el Evangelio. Hoy, como entonces, él nos amonesta con las palabras del profeta Isaías: ''¡Preparen el camino del Señor!'' Es una invitación apremiante a abrir el corazón y recibir la salvación que Dios nos ofrece incesantemente, casi con testarudez, porque nos quiere a todos libres de la esclavitud del pecado... La salvación se ofrece a todo hombre, a todo pueblo, sin excluir a nadie, a cada uno de nosotros: nadie de nosotros puede decir: ''Yo soy santo, yo soy perfecto, yo ya estoy salvado''. ¡No!. Siempre debemos aceptar este ofrecimiento de la salvación, y por ello el Año de la Misericordia: para avanzar más en ese camino de la salvación, ese camino que nos ha enseñado Jesús. Dios quiere que todos los hombres sean salvados por medio de Jesucristo, único mediador''.
Yo soy el buen pastor: conozco a las mías y las mías me conocen a mi. Juan 10, 14
 

Y lo siguen porque conocen su voz. Juan 10, 4

2 comentarios:

  1. Me ha gustado. Pero sobre todo la HISTORIA,que nunca me contaste, pero si decias que tenias algo muy bonito. Realmente bonito y Mistico.
    Gracias por compartirlo. Bendito sea Dios.

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  2. qué bien estamos aquí. Mateo 17, 4´
    Cuando la oración nos enseña el diálogo con Dios y ansias de amor y paz nos llenan de sed de su conocimiento...
    La unidad es el camino y la perseverancia es la tienda que decía Pedro en esa transfiguración. Ya sabes, hay más si unimos nuestras historias...

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